He descubierto las primeras florecillas primaverales en el
jardín, entre la hierba. De pronto he recordado el frío día de diciembre de
2006, a la salida del Autismus Institut en Hamburgo. Acababan de confirmarnos
el diagnóstico de Kanner infantil. Abandonamos el edificio los tres de la mano:
Erik, mi marido y yo. Unidos, bien agarrados, sorprendimos a unas prímulas que
florecían de forma inusual para la época del año. Esas
pequeñas prímulas que asomaban su sencillez entre la dureza del invierno
fueron para mí una señal de lucha, da ganas, de tesón. Erik es lo más
maravilloso que tengo, creo en él, me siento orgullosa de su esfuerzo, de sus
avances.
El autismo no se lo pone fácil a nadie, pero intentamos
vivirlo con naturalidad asumiendo lo que nos toca. Un día más, HOY, potenciaremos sus
habilidades, aprovecharemos sus intereses y trabajaremos sus dificultades. Sentiremos que estamos juntos.
Consejos
que cada día me ayudan a seguir:
1. No comparar
a nuestro hijo con otros niños, sino siempre con él mismo para disfrutar con
todos y cada uno de los logros.
2- Aprovechar sus
intereses para sacarles todo el partido posible e irlos ampliando con la
incorporación poco a poco de cosas nuevas. No os podéis ni imaginar lo que dan
de sí las tuberías, los postes de la luz, los generadores, los extintores, los dinosaurios,
el sistema solar
3- Mantener una visión
positiva y creer en nuestro hijo: no olvidemos que se esfuerza a diario,
son unos campeones.
4- Estimular: Orientarle, ayudarle y ofecerle alternativas cuando
le falte iniciativa. Anticipar y usar apoyos visuales. Las sorpresas y el
aburrimiento son enemigos.
5- Trabajar a diario o con un horario determinado, de forma estructurada, con objetivos muy claros y divididos en pasitos
pequeños.
6- Ignorar
ciertos comportamientos y reconducirlos
hacia conductas (más) positivas.
7- Utilizar el
sistema “sandwich”, es decir, comenzar con algo que el niño domine para que
tenga seguridad, después pasar a trabajar algo nuevo y terminar de nuevo con
algo que el niño domine. Así tendremos siempre experiencia positiva y motivación para la siguiente sesión.
8- Estimulación positiva: Elogiar y recompensar su
esfuerzo, sus logros y la ausencia de conductas inadecuadas.
9- Disfrutar
cada momento de trabajo compartido, pasándolo bien juntos y manteniendo siempre
la ilusión.
En
definitiva, potenciar las habilidades y trabajar las dificultades
Erik nació con autismo, su diagnóstico fue de Kanner
infantil cuando tenía dos años y cinco meses. Nadie desea que el autismo entre
en su vida. Sí, el autismo no le pone las cosas fáciles a nadie, pero es lo que
tenemos. No se acaba el mundo con él, comienza un nuevo camino para el que hay
que estar muy bien preparados. Y eso hicimos: formarnos y formar parte del
equipo de terapia. Madre mía, cuánto trabajo hay detrás... pero cuando ves que
tu hijo evoluciona, merece la pena. Y cómo.
El avance de Erik
es muy bueno. Pero no nos olvidemos: sigue teniendo autismo, seguimos viviendo
momentos duros. Y muchas peculiaridades persisten.
Esta foto es del martes con su ropa del cole, podría ser
de cualquier día. Los jerseys sin motivos son “aburridos”, ya veis las tiras de
números que se pega. Hohe Nummer immer,
siempre números grandes... y con sus características, pero eso ya es otra
historia.
Soy una persona positiva, y sobre todo una madre muy
orgullosa de mi hijo. Dicho esto, en ningún momento quiero obviar que el
autismo implica dificultades y momentos muy difíciles. Pero el espíritu de este
blog es mostrar cómo enfrentarlos, con las estrategias y ejercicios que
seguimos.
Adelante
SIEMPRE.