Tres reglas de oro para las adaptaciones sensoriales del entorno
1 Observa al peque: qué le gusta, qué evita, qué le calma
2 Identifica lo detonadores sensoriales
3 Adecúa
Alguna adecuaciones en el entorno producen grandes cambios
para asegurar que no haya sobrecargas.Atento. Fíjate en el entorno e intenta identificar cosas que
pueden estar creando dificultades.
Ideas: incluye reguladores de luz, evita luces fluroscentes
o cubre con telas, las moquetas amortiguan, paredes sin muestras estridentes,
dejar espacios para propiciar el movimiento, organización en estanterías...
cortinas/persianas para regular entrada de luz natural, pocos elementos
decorativos,almohadillas de fieltro en las patas de los muebles...
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